Oración De Sanación Interior Para El Corazón Afligido Y Con Temor

2020-08-25
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oraciones para sanacion del alma

La patología invade mi cuerpo y hace la vida dudosa, la tristeza empaña mi corazón y mi fe desfallece. Por tus súplicas, alcánzame una fe viva, y una promesa firme, a fin de que Dios tenga compasión de mí, me libre de todo mal, sane mi cuerpo y se cumpla su intención en mí. Que en su ternura, sea robustecido, en las pruebas y angustias que me llame a vivir para ser siempre testimonio de su presencia en mi vida. En el momento en que tienes a cristo en tu corazón, te sientes dichoso, pero sino más bien estas actuando adecuadamente tu inconsciente te va a estar dando señales que algo va mal, es en este caso cuando necesitas sanar tu cabeza y ¿cuál sería la mejor forma de llevarlo a cabo? Pues haciendo una oración para sanar la cabeza, aquella que debe ir dirigida a nuestro padre amado el único que puede ayudarte. Los resisto y los echo fuera de mi vida, en el nombre poderoso de Jesucristo. En el nombre de Jesús quiebro y me desligo de todo aferramiento, ligadura, nudo, con todo lo que debe ver con mi pasado.

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Oración Final

Permite que la luz de tu rostro reluzca sobre mi alma y tu luz preciosa y santa traiga a la superficie todo lo oculto en mis conmuevas y en mi mente causado por lesiones del alma, de manera que logre ser sanado. Borra toda consecuencia de esas heridas en mi carácter, en mis reacciones y en mi accionar con los demás y ayúdame. Sana mi alma y devuélveme la alegría, la tranquilidad y la visión clara para el futuro.

Gracias, Señor Jesús, por el hecho de que sé que ya andas aquí sanándome y bendiciéndome. La oración de sanación interior, llevada a cabo con fe, puede ser tan poderosa que transforma el alma y el corazón angustiado y lleno de temor. Solo debemos confiar en que la felicidad de Dios nos mantiene y nos da la fuerza para sanar por medio de . Un corazón afligido y con temor puede desviarnos de la mirada de Dios. Debemos aprender a sanar todo nuestro interior y tener una reconexión continua con nuestro Padre Desarrollado.

¡Oh San Peregrino, mi hermano en la fe, sé mi protector y suplica por mí a Dios, nuestro Señor, el buen pastor, para que me conduzca un día a su morada de paz y de alegría, donde celebraré su amor, por los siglos de los siglos! Te estoy pidiendo que intercedas por mí, que seas tú el que domine mis pensamientos y me lleves a resolver todas y cada una mis preocupaciones de la forma correcta y sin tener que caer en cosas malas, ayúdame a sanar mi mente, amen”. En el momento de rezar por sanación o por algún otra gracia, es preferible pedir lo que se precisa sin intentar imponer de qué forma debe suceder. Puedes orar por que una persona se sane, o pues un inconveniente se resuelva, sin tratar de prestar soluciones. Añade siempre alguna variación de la frase “que se realice tu voluntad” o “que sea lo mejor para todos” para estar seguro de dejar que la felicidad divina se manifieste de la mejor manera. La salud, sea física o espiritual, es un tesoro que cada humano requiere para ser feliz. En ocasiones, no obstante, este tesoro se pierde o se estropea.

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Con mucha fe, pronuncia todas , tal y como si estuvieses viendo la cara del Señor en estos instantes y dile la poderosa oración de sanación interior que sigue desde el fondo de tu corazón. “San Peregrino, humilde servidor del Señor y de Santa María, ven en mi asistencia y sosténme en mi debilidad.

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Jesús, yo te suplico que cures en mí todas aquellas heridas y frustraciones causadas por los descalabros y los deseos no satisfechos. ¡Aparta toda tiniebla de mi interior y sana las heridas más profundas de mi subconsciente! Me rindo a ti y buscare cada día de tu gracia, tu favor y tu voz, para hacer tu intención. Padre yo me declaro libre de las heridas del pasado, decreto un aceleramiento en mi vida y que tu me guías hacia el futuro que tienes para mí. Declaro que tengo la cabeza de Jesús, soy fortalecido, perfeccionado, predeterminado y afirmado en mi fe. Es posible que lo que te sucedió fue en la infancia, o en la adolescencia o quizás ayer, y han marcado de una manera muy grande tu vida, que ese mal o esa circunstancia te tienen atrapado en un hoyo obscuro y profundo, impidiéndote que camines hacia los proyectos y propósitos de Dios. Por esto, es que necesitas liberarte del mal y del pasado y Dios quiere que seas libre.

Entiendo Padre que perdonarlos no quiere decir que yo justifico el mal que me hicieron. Lo que sí significa es que por tu gracia Padre, puedo voluntariamente tomar la decisión de traer esas deudas de conmigo y dejarlas a los pies de la cruz, en el nombre de Jesús. (En este momento, tome el tiempo preciso para mencionar cada individuo por su nombre y decir que le perdona.) Desde este instante toma Padre esta carga de mí y libérame del peso sensible del rencor. Señor Jesús, con toda seguridad sé que vienes a mi vida a darme consuelo y fortalecerme con tu compañía. Confío en Ti, confío en tu amor, sé que solo me puedes dar lo que absolutamente nadie me puede ofrecer. Señor, transfórmame con tu poder y tu clemencia.

  • de ahí que, vengo a ti, a que me cures y me sanes.
  • … Estuvimos prestos a venir y vivir la vida tal cual se nos presentase” (“Tragedy or Destiny”, lmprovement Era, marzo de 1966, página 217).

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Pienso que eres mi sanador y confío en ti para proteger mi corazón y mi mente. Necesito tus instrucciones específicas sobre de qué forma interactuar con ______. Tú me creaste, conoces la cantidad de pelos en mi cabeza, e inclusive conoces los pensamientos concebidos en mi corazón antes que los verbalice. nos dijo que vayamos a ti y te pidamos por todas y cada una de las necesidades de la vida.

Al presenciar yo mismo el mal físico, pensé también en el dolor mas profundo y en la angustia que sufre el alma. Pensé en el dolor que experimentó nuestro Salvador Jesucristo, no solo el profundo y terrible mal físico cuando fue levantado en la cruz, sino asimismo el angustioso y atroz dolor causado por la desobediencia del genero humano. Nuestro Salvador conoce el corazón de cada uno de . Es siendo consciente de los sufrimientos que sufrimos. Si procuramos la verdad, desarrollamos fe en Él y, de ser preciso, nos arrepentimos sinceramente, experimentaremos un cambio espiritual en el corazón que solo procede de nuestro Salvador y nuestro corazón se renovara. Pensé muy intensamente en el propósito del dolor y estudie en mi mente que era lo que podía aprender de esa vivencia y empecé a comprender el dolor un tanto mejor.

Pero no existe pecado ni enfermedad que no puedas sanar con Tu Palabra omnipotente. No hay herida alguna que no pueda ser sanada por Ti. Abrir nuestra alma y conectarnos con la fuente que es nuestro Padre celestial, es lo que nos va a asegurar que todas las heridas que están en nuestra alma sean sacadas y sanadas, la liberación y restauración de , solo la logramos a través del Espíritu santo. Pidiendo a nuestro Espíritu Beato con devoción y clamando su rápida asistencia, podemos ver que viene prontamente en nuestro auxilio para solucionar además poder sanar todos los inconvenientes que podamos tener en nuestro cuerpo como en nuestra alma.

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