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Y a los que no vas a sanar hoy pues en tu plan providencial, Tú tienes algo distinto para ellos, te pedimos que les des fortaleza a fin de que nunca se desesperen y que sepan prestar sus sufrimientos uniéndolos a tus sufrimientos en la Cruz para ofrecerle un valor de redención. Danos un profundo deseo de querer nacer y sana cualquier trauma tanto físico como emocional que pudiese habernos dañado a lo largo de nuestro nacimiento. , por estar ahí presente para nos llega a todos nosotros en tus brazos en el instante mismo de nuestro nacimiento, para darnos la bienvenida a la tierra y asegurarnos que nunca nos faltarías ni nos abandonarías. Vuelve a recorrer nuestra vida, la vida de cada uno de , desde el comienzo, desde el mismo instante de nuestra concepción. Purifica las líneas hereditarias y líbranos de aquellas cosas que puedan haber ejercido una predominación negativa en aquel instante. Bendícenos mientras que íbamos fomándonos en el vientre de nuestra madre y quita todas y cada una de las dificultades que puedan haber dificultado, a lo largo de los meses de gestación, nuestro avance en plenitud. Amado Señor, hazles comprender cuánto les amas y que son la pequeña de tus ojos.

Hay que buscar una dependencia total y absoluta del Espíritu Santo, que en sí mismo es una fuente muy poderosa de curación y liberación. Es esencial tener privacidad con la Palabra de Dios. Es necesario orar con la Palabra, leerla diariamente. Si bien sea solo un versículo, pero convirtámoslo en la base de nuestras vidas. “El Señor es mi Salvador y no voy a tener miedo de lo que logre hacerme el hombre. No voy a tener miedo del mal porque estás conmigo, Tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, Padre de los siglos futuros”. Padre Dios, acepto que seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María mi Madre, porque hoy, yo (dí tu nombre completo) les pertenezco para toda la vida.

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Mi espíritu está poseído por las malas sensaciones, pero sé que lo vas a purificar de todo mal que lo agobie. Señor, haz que reine la serenidad en mi alrededor a fin de que los inconvenientes no afecten mi salud. Cuando la enfermedad se apodere de nuestro cuerpo, sánanos para que no caigamos en desgracia. Cuando la debilidad toque a nuestra puerta, haz que se marche inmediatamente. Hace más fuerte mi salud a fin de que las enfermedades y los infortunios no se conviertan en un problema para mí. Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido. Este libro nos muestra como podemos aprovechar, en las peripecias y hechos de la vida ordinaria, la fuente espléndida de recursos que son nuestros Angeles Custodios.

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Es importante que no solo recemos por nuestra salud física sino asimismo por la espiritual, ya que en el momento en que todo va mal es necesario eliminar las impurezas que nos impiden progresar. Amado y alabado Señor de los Milagros, hoy me postro ante ti por el hecho de que sé que tu amabilidad y misericordia me ayudarán. Quiero que ingreses en mí y sanes todo cuanto se encuentra lastimado, por favor. Señor, en tus manos encomiendo mi alma, por el hecho de que yo siempre y en todo momento confiaré en ti sin importar lo más mínimo las dificultades. La obscuridad intenta apoderarse de mi alma, pero sé que me vas a dar la luz necesaria para espantar las desgracias de mi alrededor.

“Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo que son desapacibles o me hacen la vida irrealizable. Por aquellos que me cargan con su trabajo, cotillean de mí, no colaboran conmigo, intentan quitarme el trabajo.

• A lo destacado les llamaron apodos que no les agradaron, e incluso de adultos tienen la posibilidad de sentirse inseguros y no amados.
• Un corazón afligido y con temor puede desviarnos de la mirada de Dios.

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Renuncio a Satanás y a todos y cada uno de los espíritus malignos. Eterno Padre te hacemos este rosario en reconocimiento de que Tu eres El Creador; El Dios Padre Todopoderoso y Omnipotente. Tu eres el Alfa y Omega, el que siempre y en todo momento fue y siempre y en todo momento va a ser.

contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre. la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el Divino Poder a satanás y a todos los espíritus malignos que andan desperdigados por el planeta para la perdición de las almas. Santurrón Dios leal y verdadero, mira a mi hermano y a mi hermana que desde el fondo de su corazón gritan en desesperación por una contestación. TÚ ERES EL DIOS DE LOS MILAGROS, el que abre camino en la mitad de la mar y que levanta al pobre y al necesitado. Misa en memoria Padre Pío y oración por los enfermos, todos y cada uno de los Martes a las 19 horas.

Señor, transfórmame con tu poder y tu clemencia. Bendito seas Jesús, bendito sea tu Santo Nombre.

Cura las lesiones de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acontecido me haga mantenerse en el mal, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas y cada una esas heridas íntimas que son causa de patologías físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santurrón, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí. María, mi querida madre, y todos tus ángeles y beatos. Entra a mi corazón y renuévame, quita de mí las indecisiones, la tristeza, la melancolía, todo sentimiento de fracaso, de depresión, fobias, miedos, temores.

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